lunes, 6 de abril de 2009

La mujer que descubrió el País de Nunca Jamás

La conocí pese a mi negativa a confraternizar por obligación. Siempre he sido del poco a poco pero, por suerte, ella también. En ella, la juventud no era cosa de la edad, sino algo de dentro afuera. Se enfundaba una camiseta rosa de tirantes y acudía a un concierto de rock a emocionarse por los logros de su retoño y al día siguiente, tras dar de comer a sus pajaritos, hacía un suculento guiso en aquella luminosa cocina. Contrastaban su fuerza y mentalidad joven con su serena forma de expresarse y moverse.
Ella hablaba poco, y cuando lo hacía, era para decir lo adecuado. Ni más ni menos. Siempre he recordado sus historias. Esas que comenzaban con el “cuando yo era más joven...”. Creo que alguna vez llegué a imaginar esa casona en la que vivió de joven y de la que cada uno de sus hermanos tenía un recuerdo tan distinto. Hablaba de su pasado y de su presente con contundencia y, sin alardes, era capaz de intervenir con sensatez en cualquier conversación sobre cualquier tema. Podría haber sido escritora, maestra, enfermera o incluso artista, porque cada cosa que caía en sus manos se transformaba en un cuadro, una muñeca de trapo, una figura de papel, un vestido, un mantel... Inundaba la casa con cuadros de colores vivos que mostraban objetos tras un cristal. Siempre tras el cristal.
Pero las cosas tenían que seguir su curso, y a las trabas de la vida, se unían cada vez con más fuerza las trabas de un cuerpo que no estaba dispuesto a ser benévolo con su juventud. Y de pronto, las corrientes le hacían viajar al País de Nunca Jamás. Y, cuando lo visitaba, olvidaba. Olvidó un mes, dos, tres meses... De pronto volvía y hablaba más que nunca... o de pronto callaba. Y se iba y olvidaba. Y volvía y recordaba... o no.
A veces, era imposible saber por sus palabras o por sus gestos si estaba en el País de Nunca Jamás. Un día, opté por buscar las respuestas en sus ojos. Y las encontraba o creía encontrarlas. Él decía que no debía buscar, ni pensar, ni entender, pero yo me resistía, y me preguntaba si el País de Nunca Jamás era un buen sitio en el que perderse, si estaría cómoda, si no era malo tener la mirada perdida mientras llevase la sonrisa puesta.
Un día, de manera repentina y mientras ella estaba en el País de Nunca Jamás, tuve que irme para siempre sin poder llevar conmigo un solo recuerdo suyo, de esos que decía que fabricaba para mí. Aunque éramos poco dadas al abrazo, nunca supo que más de una vez me habría gustado abrazarla. Aun cuando estaba en el país de Nunca Jamás, junto a su nueva chimenea, con su manta naranja y un libro de historia entre las manos.
Me pregunto si habrá combatido contra algún molino de viento en este tiempo. Me pregunto si recordará algunas conversaciones que, antes de su primer viaje, me regaló y que yo guardé en la cajita de los “aprendizajes”. Y, a veces, también me pregunto si habrá vuelto a enfundarse aquella camiseta rosa de tirantes con la que la conocí y con la que la vi por primera vez. Orgullosa y borracha de euforia. Feliz.

18 comentarios:

Vitalnn dijo...

tu cajita de aprendizajes se ha convertido en un tesoro..

Que gran legado, Murphy.

Me ha encantado tu entrada.

Natalia dijo...

En los encuentros afortunados, suelen ganar las dos partes, eso seguro ;)
Me ha encantado tu texto.
Un beso

Anónimo dijo...

Me has hecho soltar unas cuantas lagrimas, que lo sepas.
Ella sigue queriéndote tanto como siempre te ha querido. Y sigue viniendo a los conciertos de vez en cuando aunque yo creo que la camiseta rosa la tiene un poco abandonada.

Seguro que te echa mucho de menos.

Un beso.

Olivia dijo...

Lo bueno es que antes de sumergirse en el pais del nunca jamas dejó su huella. Mientras iba y venía, ha dejado mucho para los demás. Seguro.

Entrañable post. Y sí, siempre adelante.

Un beso!

Anónimo dijo...

Anonima
me ha gustado mucho, muchísimo lo que escribes sobre ella, se nota que la conociste bien y siento que estes triste, (por la razón que sea).
sigue escribiendo.
Un beso y hasta siempre

Anónimo dijo...

Que gran mujer, y aunque se perdiera de vez en cuando por el país de Nunca Jamás creo que por el rabillo del ojo sabía que estabas ahí. Una entrada preciosa

Un besazo

Mónica dijo...

Contenta de venir por aqui, y leer y encontrar tu caja de aprendizajes y tesoros. Muchas gracias por tus palabras. Saludos y me voy a dar una vueltita por el país de nunca jamás.
Precioso post.

Murphy White dijo...

Gracias a los que os ha gustado la historia, cuento, relato...
Un beso

P.D. Anónima, ¿triste? No, no estoy triste ;-)

Carmen dijo...

He llegado a tu rinconcito por primera vez y me encuentro con este precioso cuento.

Esté donde esté, ella ha dejado su imborrable huella.

Me encanta como escribes... precioso blog.

Un saludo

ALMAGRISS dijo...

Oh Murphy, qué bien relatas... enhorabuena por tu prosa y tus historias... (ésta en particular es especialmente buena)
Un beso enorme

Rockdriguez dijo...

Cada día me gusta más y más como escribes, en ocasiones no se que poner porque la verdad me quedo sin palabras o no se como decir las cosas. Me gusta mucho como escribes, siempre leo lo que pones aunque aveces te vuelvo a repetir que no se que decirte....

Grax por compartir estas cosillas...


PD: cambie de direccion http://problemas-drogas.blogspot.com/ , nos vemos por ai, besos.

Lector dijo...

Un texto increíble. Eso es sensibilidad. Te leeré a menudo.

supersalvajuan dijo...

Lo bueno es que siempre queda algo, aunque sólo sean recuerdos.

VolVoreta dijo...

A veces pienso que los seres que sufrieron demasiado en su pasado cuando "descubren" el País de Nunca Jamás, van y vuelven pero acaban por quedarse allí porque por fin han encontrado la felicidad. Pienso.

Me ha gustado mucho la redacción, me ha impactado la historia...
Te dejo un beso Murphy.

Murphy White dijo...

Muchas gracias a todos. Sois unos lectores muy agradecidos ;)
Un abrazo.
M.W.

P.D. Rockdriguez, tomo nota de la nueva dirección para no perderte la pista

Anónimo dijo...

Me ha parecido un texto genial
JN

Ramón de Mielina dijo...

igual te la encuentras... bonito texto, volviste a los conciertos????

Murphy White dijo...

Define "conciertos", Ramón ;)
Bienvenido de vuelta.