lunes, 9 de marzo de 2009

Madrid by night. Cazadores y cazados

Sin duda, la noche madrileña está hecha por y para los dispuestos a comprenderla, aunque siempre transcurra a cientos de necedades por segundo. Veamos si puedo traspasar al papel o a su pantalla alguna de estas noches que caminan entre el surrealismo y el absurdo natural de la vida. Así puede ser un sábado madrileño.

FASE 1: SÁBADO DE PARTIDO
Aunque una se haya desvinculado del deporte televisado como algo pegado a la cotidianeidad, en Madrid, los derbis siempre son excusa para una reunión. Tú lo crees, y el resto de madrileños también. Pero no, Madrid no es un lugar donde uno pueda ver un partido sin acudir a la cita futbolera con tiempo para tragarse la “previa” que anuncia el “partido del año, de la década... del siglo”.
La fase 1, “búsqueda de un bar”, se convierte en la primera cruzada si tu agenda no te permite llegar antes de que empiece el partido. Lleno, lleno y lleno. Es, además, el día en el que los bares se etiquetan aun sin quererlo: el bar-guardería, el bar-geriátrico, el bar-fritanga... Y tú tienes que buscar en todos aunque: (A)obviando tus patas de gallo para colarte en el bar guardería, (B)estirando tu mini-falda para entrar en el geriátrico y (C) rezando por llevar una muestra de colonia en el bolso para entrar en el bar-fritanga y que cuando quedes con tu chico no te llame Murphy Ali-Oli. Por fin llegas a un bar con una esquina vacía.
Intentas focalizar tu atención en el partido, pero los chascarrillos y la falta de goles hace que tus neuronas tengan que repartirse entre la conversación y el trocito de pantalla en el que tu equipo apenas toca el balón. Es sábado y –siguiendo los consejos de tu amigo lunático- llevas unas cuantas neuronas apagadas, así que sólo puedes prestar atención a una cosa: la conversación.
FASE 2: PRIMERAS TAPAS – PRIMEROS CAZADORES
El partido acaba pronto, así que la fase 2 es preparar el estómago para salir. Unas tapas marcan el comienzo oficial de la noche en Madrid. Ya se sabe que tres chicas solas, por mucho que insistan en que ya tienen quien las ‘cuide’, son blanco fácil para que futboleros apresurados a celebrar con alcohol cualquier empate intenten lo imposible. Porque, sea cual sea el resultado, en las noches de derbis, las manadas futboleras se tajan. Porque sí. Si ganas porque ganas y si pierdes porque pierdes. Y si empatas porque... una copa para ti y otra mí.
- Hola, ¿estáis solas?
- Sólo de momento
- ¿Es que tenéis novio?
- Sí.
- Bueno, pero estamos en el siglo XXI, y ya sabe que hoy en día una chica no debe ser para un solo chico, ¿no? Me llamo xxx y estoy con mis amigos del club de caza (no es una metáfora, aunque pudiera parecerlo)
La sucesión de comentarios sarcásticos y algún que otro golpe bajo, no logran evitar que vuestro nuevo amigo, llamémosle número 1, se siente en la mesa e invite a hacer lo propio a un amigo, llamémosle número 2. Tú intentas fingir interés, pero las caras te delatan. Él habla y tú enciendes las neuronas y empiezas a pensar... “¿Por qué diablos no se abrochará un par de botones más de la camisa. Eso ya no triunfa, si es que alguna vez estuvo de moda? ¿No se va a cansar nunca? ¿No se da cuenta de que el hecho de que subiese un monte corriendo no nos impresiona? ¿Debería reírme como si me hicieran gracia sus chistes? ¿Con menos copas será igual de cansino? ¿Por qué estoy hablando de las corridas de toros a las 2 de la madrugada?”.
Mientras el amigo número 2 te cuenta su trayectoria profesional, el amigo 1 decide darte un testimonio gráfico de su vida. Y ya se sabe que los móviles con cámara de fotos son... una putada para la noche madrileña. “Mira, aquí estoy con Abel Antón cuando corrí la maratón”. “Y esta es de cuando matamos un jabalí, porque soy también taxidermista”. “Esta es la foto de mis trofeos de caza”... “Aquí cuando subí corriendo el Teide”...“y aquí estoy con el Príncipe, cuando gané el campeonato de tirachinas”. Esa última frase te marcó. Te cautivó. Toda la vida habías soñado con un tirachinista profesional. Y estaba frente a ti. Insinuándose con tres botones de la camisa desabrochados. Pero una no está preparada para hablar a esas horas de un sábado con un taxidermista-corredor-carnicero-cazador-campeón de tirachinas. Sí, aunque no lo crean, él existió.
FASE 3: SEGUNDAS COPAS
Cuando ellos, vuestro seguro anti-cazadores, no vienen al rescatarte, decidís mover ficha e ir donde están. Despides a tus cazadores con un chascarrillo carnívoro y te vas. Llega el momento de reunirte con ellos y la noche parece dirigirse al camino tranquilo de Brugales, gominolas, kikos y enamoramientos (de verdad o de mentira).
Madrid es así. Cuando en una noche una conoce a un club de cazadores-tirachinistas-taxidermistas-etc, no espera encontrarse con otro grupo “peculiar”. ¿Dos en la misma noche? Murphy, esto es Madrid y siempre te puede sorprender.
Siempre has pensado que cuando una está acompañada, no se acerca ‘varón’. Murphy, esto es Madrid. En menos de 15 minutos, entabláis conversación con una peña gastronómica que, también con la euforia del partido machando su hígado, acaba formando parte de vuestro grupo. Eso sí, te lo ponen fácil porque todos llevan una camisa con su nombre debajo (eso es facilitar las cosas). ¡Para chulos, los madrileños, que salen con el nombre grabado en la camisa por si no te quedas con su cara!
El de las gafitas de pasta te da buen feeling y resulta que es un buen contacto profesional y tenéis amigos en común. Otro resulta veranear en un pueblo vecino al de tus veraneos adolescentes y otro no puede dejar de hablarte de Placebo, Fito Páez y Weezer. (Recuerden mi teoría del mundo endogámico).
Pero cuando se mezclan derbis, copas, chicas y chicos en la noche madrileña, siempre puede haber un comentario confuso que provoque que la reunión se disuelva precipitadamente por un roce masculino... Y, como suele suceder en Madrid, un chupito marca el final de la noche.
No se asusten, no siempre es igual... pero si salen por Madrid, deben estar preparados.
Feliz semana

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Si todas las noches son así en Madrid... no estoy preparado! jaja.
Amy

Anónimo dijo...

Jo Murphy me quitas las ganas de salir por Madrid..me quedo en Alcalá!! jajaja

Fase1: Menos mal que no me gusta el fútbol
Fase2: Cómo pudiste aguantar mas de 1 minuto a semejantes especímenes?
Fase3: ehh...bueno no tengo nada que decir jajaja

Un besoo

ALMAGRISS dijo...

Desde luego esas noches sirven para realizar estudios sociológicos sin precedentes. anda, confiesa que disfrutaste como una loca, jejeje. Yo también quiero :)

Anónimo dijo...

Jajaja. Como dicen por aquí, seguro que lo pasaste muy bien, aunque espero que no todas las noches por Madrid sean iguales o una se volvería loca!!
Ra.

Ramón de Mielina dijo...

lo mejor es la última copa... nunca es sólo una ni la última. y al final siempre nos sienta mal la cena, claro

Anónimo dijo...

Ay Murphy, qué recuerdos... y eso que sólo íbamos a tomar algo tranquilo.
Besos