Metafísica o ¿higiene mental?

Una colaboradora del programa me prometía ayer hablar de Metafísica. “¡Vaya –pensé- y yo que no me acuerdo de lo que decían al respecto Aristóteles y Kant…!”. ¡Error! Ahora resulta que, según esta colaboradora, la metafísica no es otra cosa que la “higiene mental”. Sí, eso de no acumular rencores, ni egoísmos, ni odios, ni cosas por decir… Parece que ahora la metafísica no es otra cosa que reconocer que somos dos partes (alma vs cuerpo, energías vs físico, parte espiritual vs parte terrenal… Vamos, mens y corpore) y hacer limpieza periódica de una y otra.

Según ella, en los tiempos que corren, nadie dedica tiempo a esa higiene mental. Y digo yo… ¿Y son mejores los que la hacen con demasiada frecuencia? Es decir, hay quien se pasa de limpio, y “tira” a la basura todo lo que le rodea y hasta lo que merece la pena… Vamos, que no tira sólo los rencores sino también cualquier rastro de “mens”, de la tan de moda inteligencia emocional, se sensibilidad por las cosas…

Yo, que siempre he sido muy aplicada con mis cositas, he pensado hacer limpieza también… Ataviada con un pañuelo en la cabeza, mono de limpieza y plumero (parece que cuando una se disfraza, limpia mejor), he empezado una limpieza que hacemos con demasiada poca frecuencia: limpieza de pedestales. ¡Maldita manía de acumular “objetos” inútiles en pedestales polvorientos! Ahora, después de poner en práctica esa neo-metafísica de revista para mujeres ociosas, no quedan pedestales. Me recordaré que, si vuelvo a construir uno, esta vez se elevará a más de dos palmos del suelo para que no se encarame ahí cualquier cosa.