jueves, 30 de octubre de 2008

¿Odio=amor?

A veces, cuando uno se sienta con un amigo para teorizar sobre la vida, el mundo y las nimiedades diarias, acaba pensando que está dando vueltas absurdas a temas ya demasiado denostados. Incierto. Cada día leemos cómo los científicos estudian los temas que uno ya ha sido capaz de analizar, estudiar, experimentar, reproducir y maldecir. Pero, claro, ellos son científicos y pueden utilizar palabras como “circuito cerebral” o “putamen” (sí, habéis leído bien).

Esta misma mañana, un estudio justificaba eso de que “del amor al odio hay un paso”. La investigación de un grupo de científicos londinenses iba un poco más allá: prácticamente ‘amor’ y ‘odio’ es lo mismo. Empleamos la misma parte del cerebro aunque, eso sí, -según el estudio- el amor no atiende al sentido común y suele ‘perder el juicio’, mientras que el odio tiene una mayor dosis de consciencia.

Aquí os dejo la noticia... En cuanto a las reflexiones, me quedo con las mías, las que pasan de la reflexión a la experiencia.

EL CIRCUITO CEREBRAL DEL ODIO
Isabel F. Lantigua (Elmundo.es)

MADRID.- La última novedad en torno a Barack Obama, el candidato a la presidencia de EEUU, es que dos neonazis habían urdido un plan para acabar con su vida. En este caso, las razones del odio hacia el aspirante negro son raciales pero puede haber otras muchas motivaciones. ¿Por qué se odia a alguien? ¿Qué pasa en el cerebro de estas personas? Un equipo de investigadores británicos lo ha descubierto.
El odio es un sentimiento biológico complejo que, a través de la historia, ha llevado a los individuos a cometer tantos actos heroicos como viles. Lo mismo que puede decirse del amor. Y es que lo primero que han descubierto los investigadores del Laboratorio de Neurobiología del University College de Londres es que ambas pasiones comparten dos estructuras cerebrales, una semejanza mayor que la presentada con cualquier otra emoción. Por eso, el dicho popular afirma que 'del amor al odio sólo hay un paso'.
Para descubrir 'el circuito del odio', que es único, los investigadores observaron mediante imágenes de resonancia magnética el cerebro de 17 individuos -10 hombres y siete mujeres- mientras veían fotos de caras de personas por las que sentían una seria animadversión (cedidas por cada participante) alternadas con otros rostros neutrales, que no despertaban en ellos ningún tipo de sentimiento.
De esta forma vieron las áreas neuronales que se activan al odiar. Sus resultados, que se publican en la revista 'PLoS One', muestran que la red que se pone en marcha con esta pasión irracional implica a dos regiones que juegan un papel importante a la hora de generar un comportamiento agresivo y en trasladar posteriormente esta conducta a la práctica. Dichas zonas son el putamen -un núcleo situado en el centro del cerebro-, y la ínsula -en la superficie lateral de dicho órgano-. Los investigadores explican que "estas mismas áreas son las que se activan en el amor romántico".
Varios trabajos han demostrado que entre las funciones en las que participa la ínsula se encuentra la de catalizar las expresiones de disgusto y los estímulos desagradables, mientras que el putamen es el encargado de planificar la respuesta activa, como puede ser agredir a la persona odiada o adoptar una actitud de defensa. "El hecho de que las zonas del putamen y la ínsula también se activen por el amor romántico no es sorprendente, ya que ambas pasiones pueden conllevar actos irracionales y agresivos", explica a elmundo.es Semir Zeki, coordinador de la investigación.

Los canales propios
Pero junto a estas regiones, el 'circuito del odio' transcurre por vías propias y distintas a la de otros sentimientos. Así, se adentra en la corteza frontal, encargada entre otras cosas de predecir y anticipar las acciones de los otros.
Además, los autores han descubierto que una diferencia fundamental entre el amor y el odio es que "con el primer sentimiento se desactivan partes de la corteza cerebral relacionadas con el juicio y el razonamiento mientras que esto no se produce en el caso del odio, que sólo es capaz de desactivar una pequeña zona localizada en la corteza frontal". "Mientras el amante es siempre menos imparcial y no atiende al sentido común en lo que respecta a la persona amada, el individuo que odia no suele perder el juicio sino que es muy consciente de los pasos que da y las acciones que emprende contra el individuo odiado", señalan los investigadores.

lunes, 27 de octubre de 2008

Mery Christmas, Manué!

Volviendo a casa de madrugada miré al cielo en busca de la luna, como alguien me recomendó. Y ahí estaban. En Madrid no encontré la luna pero ya están colgadas las luces de navidad a lo largo de una conocida calle de tiendas. Apagadas, pero estaban. Cordones con sus correspondientes ilusos, utópicos y poco originales mensajes de cariño, paz y amor.
Siempre se dice eso de que “cada año empiezan antes”, pero nunca había visto las luces colgadas un 25 de octubre (quizá no acostumbraba a buscar la luna camino de casa). Pensé que era una exagerada pensando que la navidad llegaba más de dos meses antes, pero en cuestión de tres días he visto en mi correo mensajes de recomendaciones humorísticas navideñas que han hecho que suene mi alarma interna para avisarme: "Murphy, ya está aquí la saturación navideña, y justo este año, para tu desgracia, comienza mucho antes". Aquí os muestro las primeras incursiones navideñas en mi correo...
MAIL 1:
HOLA AMIGOS, QUISIERA ADELANTARME A TODOS Y FELICITAROS EL AÑO 2009 YA QUE SERA MUY ESPECIAL... El año 2009 será EL AÑO DEL CONSUMISMO ¡ALEGRESE!
SEGÚN LOS MÁS RECONOCIDOS EXPERTOS EN ECONOMIA, MARKETING Y TENDENCIAS DEL CONSUMIDOR, EL 2009 SERÁ EL AÑO DEL... CONSUMISMO...

TENDRÁ QUE QUEDARSE:
CONSU-MISMO COCHE
CONSU-MISMO SUELDO
CONSU-MISMO TECHO
CONSU-MISMO VESTUARIO
CONSU-MISMO PAR DE ZAPATOS
Y SÓLO SI DIOS QUIERE...
CONSU-MISMO TRABAJO...

ARRIBA EL CONSU-MISMO
¡PORQUE NO HAY OTRA!


MAIL 2:


Creo que no voy a poder soportar que la Navidad este año dure tres meses. Va a ser una agónica tortura china. Tendré que hacer mío ese otro dicho clásico navideño: ¡Maldita Navidad!

domingo, 26 de octubre de 2008

Balances de mi DGT

Al igual que cada domingo la DGT envía el balance del fin de semana en las carreteras, deberíamos acostumbrarnos a hacer balances de domingo. Los otros balances. Balance de accidentes y accidentados, de aquellos que deciden conducir un rato con nosotros o, al menos, hacerlo en la misma dirección, partes de lesiones y repaso a aquellas personas a las que les quitaríamos varios puntos de carnet de un plumazo para que dejen de conducir cerca de nosotros. (Aunque, en estos casos, también se pueden dar puntos a los mejores conductores!).

Mi balance, sería más o menos así…
- Nuevos conductores en mi pista: 1
- Re-encuentros afortunados: 1
- Bares descubiertos en boxes: 1
- Lesiones deportivas: 1 (recuperable)
- Decepciones personales: 1
- Novedades profesionales: 3
- Nuevos ‘saraos’ conocidos: 1
- Proyectos en marcha: 2
- Llamadas sorprendentes: 2
- Desbloqueos personales: 1
- Bloqueos no superados: 2
- Personas a las que retirar el carnet: 1
- Regalos materiales: 1 (una Wasburn D10 negra)
- Regalos inmateriales: 4

Para completar todo buen balance, deben incluirse ‘notas a pie de página’ y hacer un repaso de las mejores frases que te han dicho esta semana:
  • “Murphy, te lamentarás toda la vida si no estás disfrutando de este minuto” (P.M., cantante y compositor).
  • “Tocar la guitarra no te convierte en guitarrista” (Murphy White, superviviente)
  • “Pagaría todo el dinero que he ganado este verano por no haber tenido que aprender lo que he aprendido de ese modo, sin sufrir todo eso, pero no hay otra manera de aprender” (P.M. cantante y compositor)
  • “Estoy feliz porque estoy vivo. Y además, hoy hace sol” (L., cantante y compositor)
  • “Perdona, es que R.A. está durmiendo y los artistas tienen que cuidarse la voz. Ya sabes… Comprenderás que no le despierte cuando sólo es la una de la tarde de un jueves!”(D.C., manager).
  • “He cambiado de gurú y a mi perro le han fichado en el circo del sol” (P.M.)
  • “Estoy indignada. Ese tal Antonio Orozco ha subido a destrozar la mejor canción” (N., mallorquina)
  • “No te diste cuenta de que vestías a un santo para que otra lo adore. Perdona, lo de Santo es una forma de hablar…” (J.L., periodista)
  • “¿Qué hace una chica como tú…?” (es increíble que esa frase se siga empleando…) (Q. profesión desconocida)
  • “El hombre rico que nos iba a financiar desapareció. Murphy, te tengo en la lista de amigos para que nos ayudes” (K.R., compositor, soñador e iluso)
  • “¿Prometes volver a ser perversa?” (R.B., amigo)
  • “Murphy, no recuerdo eso de Mayra Gómez Kemp… ¡Eres más friki que yo!” (E.A., actor, humorista y monologista televisivo)
  • Enseñanzas de una jornada de Fórmula 1: (1) Lo mejor de un Gran Premio es todo lo que se cuece en el Paddock (2) Además del vermú, a veces es conveniente ver la carrera… (3) Hay que dar una oportunidad al Martini Rosso.

domingo, 19 de octubre de 2008

Hacer deporte es... insano

¿Quién dijo que el deporte era algo asequible, sencillo y saludable? Mi regreso a este peculiar mundo, después de 18 años, me ha recordado por qué preferí erigirme “teórica del deporte”. Entre otras cosas, porque no se puede practicar deporte tomándose unas cañas y unas tapas simultáneamente.
¿Quién dijo que es ponerse a jugar y punto? El proceso para reincorporarte al mundo del deporte está lleno de trabas. Nadie te lo advierte, pero existen.

Fase 1: la equipación
Bien, si una quiere jugar al baloncesto, debe ir debidamente ataviada. El chándal tiene unas premisas diferentes cuando se trata de baloncesto. Vamos, que cuanto más chándal y más feo, mejor. Te resistes, miras y remiras con ayuda de ese buen amigo que después de 45 minutos en Decathlon empieza a recordar por qué prefería no acompañar a sus amigas de compras. “¿Es que no hay un pantalón bonito?” “No, Murphy, elige uno cualquiera, negro o azul marino y ya está”. “¿Pero por qué ese es de baloncesto y este no? ¿Y si buscamos uno de esos ‘molones’ con botones a los lados para quitármelos de un tirón en plan Globetrotters?”. Vale, pantalones largos de chándal comprados, aunque a mi estilo, ante la impaciencia y la cara de estupefacción de tu misericordioso amigo.
Pero el punto 2 son las zapatillas. ¿Creíais que no hay modas? ¡Un carajo! El paradigma de la moda deportiva en calzado está en el baloncesto. Y, por lo visto, según los gustos de tu otro amigo (el del pantalón desertó y tuviste que recurrir a otro), cuanto más estrambóticas, mejor!. “No, Murphy, esas son sosas, vives anclada en los 80. Las zapatillas que ahora se llevan son esas negras y plateadas con líneas fosforitas que te hacen parecer Robocop”. “Madre mía, si me compro esas zapatillas, además de hacer ejercicio sólo con llevarlas en mis pies y levantarlas a cada paso, debería ser capaz de machacar y hacer ‘alley hoops’ a chorrón!”. Está bien, cedes, apartas esas blanquitas y decides innovar, aunque sin excentricidades (total, chupar banquillo con botas molonas puede rozar al absurdo).
Fase 2: primeros entrenamientos
Cuando una se reincorpora pasados los años, se enfrenta al hecho de que, aunque por una no pasen los años (ejem), por el deporte sí. Una que sólo entendía de “yo soy base o yo soy pivot”, empieza a escuchar cosas como… “¿Tú en qué posición juegas?” “Yo soy 2 ó 3”… Otras dicen “Yo normalmente juego de 4, pero si hay otras más altas, puedo ser 3”. Tú, tragas saliva y te muerdes la lengua para no decir… “Mi número favorito es el 3, pero eso no importa, ¿no?”. No, prefieres escurrir el bulto y llamar a tu amigo el que te acompañó a por las zapatillas y pedirle un curso rápido de reciclaje teórico del baloncesto. “Sí, el próximo día lo diré: soy 2 ó 3”.
Ahí no acaba el sufrimiento… Empieza el entrenamiento:
  1. Entradas por la derecha…(ok)
  2. Entradas por la izquierda… (¿Quién mueve el aro cuando entras por la izquierda?)
  3. Tiros libres… (¿Por qué no te dejan saltar al tirar? ¡Ah, sí! porque eres de las pocas personas que saltan hacia adelante y no hacia arriba… Deberían entender que tu estilo de juego parte de una base teórica que desarrollarás con el tiempo: “Saltas hacia adelante estirando la pierna izquierda hacia atrás, dibujando una línea imaginaria perfecta desde la punta de tu pie hasta el aro”. ¿Por qué se meterán con tu tiro? Siempre has escuchado por ahí que lo importante es meterla, ¿no?)

Y llega el inevitable momento de la pachanguita:

- “¿Y si pitan 1+1 en los tiros libres?” – “No, Murphy, eso ya no existe”.
- “Entrenador, eso es lucha. Pffff, saltar con esta…” - “No, Murphy, ya no se salta en la lucha”…
- “¡Oye, no defiendo dentro de la zona para que no me piten 3 segundos en zona!” - “No, Murphy, ¿es que juegas con reglas NBA? Aquí sólo se puede pitar zona en ataque”.

Fase 3: el partido

Superados los dos primeros entrenamientos… llega el momento crucial: el partido. Es el día, aunque tú rezas porque (A) seáis suficientes para que te toque jugar pocos minutos, (B) que alguien haya llegado a casa la noche anterior antes de las 5 de la mañana y pueda correr por las demás y (C) que con un poco de deporte se te pase la resaca. (A) se cumplió, pero (B) no se cumple y (C) tampoco. Bueno, menos es nada.

Te reúnes con tu equipo que, motivadas por (B) y (C), decide no calentar. El otro equipo, disfrazado de superprofesionalidad, empieza a calentar y… ¡empieza el circo! Sí, señores, tú que creías que para esto no había que actuar… Sí. Cintas en la cabeza, coderas, modelis fashionistas… Miras al equipo contrario y observas que, para muchas, comienza la representación. Hay papeles para todas: la quejicosa, la marimacho, la sabelotodo, la capitana que más bien se cree generala…

A falta de saber cuál es tu papel, te sientas y esperas tu momento ya ataviada con el color butano con el que te ha tocado jugar (bueno, al menos el naranja se lleva este otoño). Tres minutos de partido y, siguiendo la filosofía de todo equipo de estas edades, la mitad del cinco titular está asfixiado, así que, a los cinco minutos de partido llega tu entrada en escena.
Repasas mentalmente todo ese rollo que tu amigo te contó sobre tus movimientos. Murphy, recuerda, en ataque sólo puedes pasar, bloquear o cortar. Y en defensa en zona, muévete en esos cuatro sentidos y ya… Vale, todo claro. Ves el balón, puedes cortarlo y… ¡zas! ¡Eso es un estreno!: En menos de 30 segundos estás rodando por el suelo haciendo la croqueta y con medio brazo y toda la rodilla marcada (yuju! Tus amigos van a creer que practico deporte!). Aun magullada, te enorgulleces pensando… (así nadie pensará que no lo doy todo por el equipo!). Pasan los minutos y tu único papel es robar balones y comenzar a hiperventilar y, por fin, se acaba el primer cuarto.

Fase 4: postpartido
Por fin llega tu fuerte. El postpartido. El aperitivo en una terracita… Confías en que los partidos sean siempre a esa hora, que el aperitivo a esa hora sienta estupendamente bien. Recuperas en unos minutos todas las calorías que has perdido, pero te sientes bien.
Está claro. El deporte no es tan sano como dicen y, además, tu ‘mens’ ya estaba sana antes de tratar de sanear su ‘corpore’ (que más que sano, de momento, está magullado y dolorido). Sin embargo, algo tiene el deporte que, aunque insano, engancha, así que decides seguir haciendo la croqueta y participando en ese pequeño circo de la cancha.

domingo, 12 de octubre de 2008

Una promesa no alimenta

Llega el punto final de otra semana en la que tratamos de resistir la agresiva invasión de artículos sobre la crisis... A punto de reventar y aborrecer definitivamente a bancos, sistemas financieros, promotores, ministros de finanzas y demás miembros del patético círculo vicioso en el que parece haberse convertido todo esto, prefiero volver a mirar a otro lado. A ese lado que tan poco espacio posee en los medios de comunicación.

Hace unos días se celebraba el Día del Trabajo Decente. Y yo me preguntaba: ¿Qué es para nosotros el trabajo "decente"? ¿Qué es para gran parte del mundo el trabajo "decente"? Mientras nosotros aspiramos a rascar unas cuantas horas menos de trabajo, otros aspiran a recibir un sueldo o a no ser obligado a trabajar con 7 años de edad... Imagina qué pensará un joven del tercer o cuarto mundo (ya sabéis, ese submundo que desde hacer años apareció en el primer mundo) cuando le hablan de trabajo decente. Sería algo así como... ¿Qué tal si en vez de teorizar sobre la optimización de la relación producción- rentabilidad- sueldo, mejor me preocupo de comer hoy?

Os dejo por aquí este artículo. No sé si sirven para mucho las "semanas contra la pobreza", sobre todo después de que los gobiernos hayan dicho que, con la crisis, nos podemos olvidar de cualquier ayuda al desarrollo... A ver si, al menos, remueve alguna conciencia de esas que sólo son capaces de disfrutar del sonido (no música) de más y más euros en su bolsillo...

COMIENZAN LOS ACTOS DE LA SEMANA CONTRA LA POBREZA
La campaña 'Una promesa no es nada', insta a cumplir los Objetivos del Milenio

ELMUNDO.ES
MADRID.- La Alianza Española contra la Pobreza denuncia que este año hay 50 millones más de hambrientos, para los que el significado de 'crisis' no tiene que ver con el nivel de consumo sino con la muerte. Para acabar con esta situación ha lanzado la campaña 'Una promesa no es nada', con la que insta a los líderes políticos a cumplir los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU.

La Alianza, compuesta por más de mil organizaciones de sociedad civil, recuerda que mientras estos días los gobiernos ponen sobre la mesa cientos de miles de millones para salvar a sus bancos, decenas de miles de personas mueren ignoradas por la comunidad internacional, "una relaidad que nos disminuye a todos como personas".

Estas organizaciones consideran que, pasado ya el ecuador del plazo fijado por para el cumplimiento de los ODM, el año 2015, lejos de avanzar, en 2008 se han dado retrocesos intolerables y apela a la responsabilidad de los ciudadanos "por no ser exigentes con los compromisos de nuestros dirigentes".

Para acabar con este inmovilismo, ciudades de toda España se sumarán a partir de este domingo a la movilización mundial contra la pobreza que pretende lograr la participación del 1% de los habitantes del planeta, unos 67 millones de personas, en esta iniciativa.

Semana de acción social
Dentro de la Semana contra la Pobreza, se ponen en marcha acciones simultáneas en todo el mundo. En España, la primera de ellas será la colocación de una gran banda blanca, símbolo de la lucha contra la pobreza, frente al Museo Reina Sofía de Madrid. En ella, los ciudadanos plasmarán sus exigencias, que serán llevadas a la manifestación que el próximo viernes. a las 18:30 horas, partirá desde la Plaza de Cibeles hacia la Puerta del Sol.

De momento, más de 50 ciudades se "rebelarán contra la pobreza" aunque se irán sumando más en
http://www.rebelatecontralapobreza.org/, a los diversos actos programados, que concluirán el día 17 con manifestaciones en las principales capitales españolas.

Además, quienes lo deseen pueden dejar en Internet su firma como testimonio de exigencia contra la pobreza. Así se sumarán a la ciberacción mundial en la que ya han participado rostros conocidos como Scarlett Johanson, Annie Lennox o los Black Eyed Peas, autores de la canción 'In My Name', que se ha convertido en himno de la campaña mundial.

miércoles, 8 de octubre de 2008

Pili, Mili y Carlos

- ¿Hoy tampoco sacarás tiempo para grabarme esos temas?
- No, Juan, he quedado. Lo siento.
- ¿Todos los días tienes cosas que hacer o cañas que tomar?
- No, a veces bebo coca-cola.


Pero hoy tocaban cañas. Pili, Mili y Carlos. Situación económica, planes futuros, lamentos, ruegos y sugerencias, novedades sentimentales y felicitaciones. Y tocaba que llegara a ese momento en el que la conversación viajase hasta esos años, los de mucho antes… Los años de las fiestas “inocentes”, de los tontos, tonteos y contoneos. Los años de las ínfimas preocupaciones, de las cenas por 1.000 pesetas, de Blossom.

De pronto, esa época se tornó distinta, tenía otro enfoque… Era esa misma época, la de complejos, inseguridades, dudas, cerrazones, quedadas inútiles, compañías mal elegidas y elecciones mal acompañadas. La época de no tener nada claro y no aclararse con lo que tienes, de querer lo más apropiado… pero apropiarse de lo menos querido.
Llego a casa con el último cigarro a medio apagar. Degusto una colorista taza de té traído directamente de Londres mientras repaso las últimas líneas del reportaje que debía haber enviado hace más de una semana. (Me daba pena enviarlo y permitir que sus palabras dejasen de ser sólo mías). Creo que ya está listo y es el momento de dejar que salga. Contesto tu último mail y su último mensaje. Cómo han cambiado las cosas, eh?
Repaso la conversación sobre aquellos años. Han cambiado mucho las cosas y hoy siguen cambiando. Ahora lo veo tan claro como tú predijiste hace apenas dos meses. Benditos 30 años.

lunes, 6 de octubre de 2008

¡Sacadme de este autobús!

El otro día, leyendo las andanzas en autobús de mi buen amigo Ramón, pensé: “Vaya, a mí el autobús nunca me ha deparado una sorpresa desagradable”. ¿Por qué diría ‘nunca’? Ha sido uno de esos lunes en los que una no sabe por qué pero toooooodo el país ha debido ir a trabajar a tu hora y en tu mismo medio de transporte. Todos, incluso el abogado que se ha sentado a mi lado con ganas de… lo que sea.

Ha sido la hora más larga de mi vida. Una hora que comenzó por ese empeño de mi madre en “No seas antipática con quien quiera hablarte amablemente”. ¿Por qué no recordé el “no hables con desconocidos”?

Entonces llegó un “vaya, está lleno el autobús” al que siguió un ridículo “cuánta ropa llevamos por las mañanas y qué calor hace a medio día, eh?”. “Sí, sí”, contesté mirando rápidamente a la ventana para evitar prolongar tan profunda e instructiva conversación. No fue suficiente.

Luego vino un repentino… “¿Eres profesora?”. ¿Habéis oído eso? Entre las 98.654.443 preguntas que uno puede hacer para entablar conversación… ¿Quién inventó esa? Seguí en mi línea de amabilidad forzada (Tenía el día generoso). “No. ¿Es que parezco profesora?”.

Ay, Murphy… ¿Es que no sabes las normas básicas de la comunicación? ¡Contestar con otra pregunta es un error que ya difícilmente podrás arreglar! Ese olvido me costó 50 minutos de análisis de la economía, de presunción de los casos importantes que lleva un abogado como él, de debate sobre la objetividad periodística… Eso sí, siempre salpicado por las típicas preguntas-trampa en las que el susodicho intenta averiguar tu estado civil y tus movimientos habituales. ¿Es que nadie ha aprendido nada de esas estúpidas preguntas? Os reproduzco fielmente algunas de ellas. ¡Fielmente!:

- "¿Te has olvidado el móvil? Qué faena, sobre todo si te llama tu novio” (pffff… ¿Quieres averiguar mi estado civil cuando hasta el momento sólo has hilvanado cuatro frases absurdas? )

- “La verdad es que los periodistas trabajan mucho… Bueno, como nosotros los abogados… Por eso mi novia me mandó a la mierda” (¿Y no sería porque eres un pesado??? Vale, ya sé que no tienes novia, pero… ¿crees que me hace ilusión que estés disponible?)

- “¿Cómo te llamas? A mí me gustan nombres de chica como Natalia, Mónica…” (Mi respuesta fue: ‘No suelo pensar en nombres de otras personas, la verdad’. Su comentario, fue… “Ah! Pensaba que ya tenías pensados nombres para tus hijos o algo…” (Mamonazo! Aún no te he dicho si tengo novio y ya te preocupa si tengo cargas familiares???)

- “Pareces muy jovencita. Debes tener unos 27 años, ¿no?” (al menos, la buena noticia del día!)

- “¿Y sales siempre a esta hora de trabajar?” (Mi respuesta: uf, cada día a una hora, ya sabes cómo es esto…)

- “¿Y por las mañanas, a qué hora entras?"(Mi respuesta: uf, cada día a una hora, ya sabes como es esto…)

- “Vaya, yo que quería volver a coincidir contigo” (¿No me digas? ¡Vaya, pues ni lo había notado!)

- (Al bajar del autobús) “Ahora que te veo de pie, eres muy guapa” (Cabr...! Y sentada no?? ¿Cómo alguien puede decir una frase así en el año 2008?)

Muchos de mis escritos mezclan realidad y ficción, pero hacía tiempo que una realidad no se parecía tanto a un relato de ficción. ¿Es que los hombres no han aprendido nada? Menos mal que hay quien sabe hacerlo mejor. ¡Menos mal!

miércoles, 1 de octubre de 2008

Tarta de queso

No es tan fácil, ¿vale? Pero hoy, a mis … años de edad, he tenido mi primer contacto exitoso en el mundo de la repostería. Bueno, más bien, en el arte de mezclar polvos que saben a queso, galleta y sirope (espero que esto no lo lean mis comensales). Pero no importa, porque el resultado ha sido mi primera gran experiencia culinaria, ¡una tarta de queso! Eso sí, he necesitado la colaboración de dos personas, sin contar a la directora de mi empresa (para el toque final) y el del bar de abajo, que además de reservarme siempre mis bombones favoritos, hoy me ha guardado en su nevera la “tarta” mientras me preguntaba extrañado: “¿La has hecho tú?”. ¡¡¡Es que no todo el mundo tiene que saber batir bien, mezclar sin grumos, espachurrar el fondo uniformemente y calcular los dichosos 70mililitros!!! ¡Si esa medida casi ni existe!

Los grandes chefs enseñan que la presentación es muy importante, ¿no? En mi caso, imprescindible. He puesto mi blonda, mi platito y mi decoración… La intención era camuflar lo alarmante que podría ser todo eso al primer bocado. Pero quienes han compartido conmigo mi primera experiencia gastronómico-respostera son buenos actores o me quieren mucho, porque alguno incluso ha repetido. Ahora que lo pienso unas horas después… creo que me quieren. Mucho.

En fin, daré las gracias a la persona que me ha incitado a mi primer contacto repostero (o el último) para compensar sus detalles. Espero que su próximo regalo no sea algo construido con sus manos, que la pre-tecnología en el colegio siempre me costó, y nunca logré que sonase la alarma cuando la canica recorría la pasarela de madera hasta que activaba un motor que a su vez movía una arandela que hacía caer un pato en el agua con un trozo de papel de aluminio que al contacto con el agua activaba una alarma de un coche de juguete… ¿O era al revés? Mejor olvidar por unos días los sentimentalismos y pedir que, el próximo regalo, sea un banal pero coqueto vestidito.